Si buscamos un buen desafío cinegético, sin duda la caza de la becada puede depararnos grandes satisfacciones. La dificultad que entraña la caza de la sorda es algo que conocen bien aquellos que se atreven a dedicar unas jornadas de caza tras su captura. Una jornada de becadas en la que se consiguen tres o cuatro capturas se convierte en un día de caza excepcional por lo que para no pocos cazadores la becada es la reina de la caza menor.
El terreno generalmente complicado, las condiciones meteorológicas adversas y sobre todo las dificultades propias de localizar un ave tan escurridiza como ésta suponen un auténtico desafío para el cazador más experimentado.